La concejalía de Servicios Urbanos ha destinado un presupuesto de 827.000€ para llevar a cabo la nueva instalación. La depuradora está ubicada en la calle Mirador del Port, en el interior de este complejo portuario de Garraf
La alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell; el concejal de Servicios Urbanos, Jaume Monasterio, y el director de la Agencia Catalana del Agua, Samuel Reyes han inaugurado este jueves la nueva depuradora de aguas residuales del pueblo de Garraf.
Con esta nueva instalación, el Ayuntamiento mejorará sustancialmente la depuración de aguas en este núcleo de población de Sitges y el agua que llegue al mar lo hará con mejores condiciones de depuración de lo que estaba pasando actualmente.
El coste de la nueva depuradora ha sido de 827.000 € y está calculada para dar un servicio a unas 1.500 personas. La Diputación de Barcelona se ha hecho cargo de los costes de la dirección de obra y del coordinador de seguridad y salud.
Esta nueva instalación era una infraestructura largamente reivindicada por el vecindario de Garraf, tal y como ha recordado durante el acto la Alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell: “Desde el Gobierno Municipal nos comprometimos a llevar a cabo esta actuación y por eso hoy es una alegría inmensa inaugurar esta nueva instalación con la que ponemos fin a una necesidad que tenía el Pueblo de Garraf. Para nosotros ha sido absolutamente prioritario y por ese motivo el coste de la actuación se incorporó en el presupuesto ordinario del Ayuntamiento”.
La depuradora de Garraf es una infraestructura que estaba pendiente desde 2010, cuando se aprobó. Finalmente, la obra empezó a ejecutarse hace 11 meses, durante el 2021 y este jueves ya será operativa.
El concejal de Servicios urbanos, Jaume Monasterio, explica que “ha sido difícil llegar hasta aquí porque ésta es una de las actuaciones del Ayuntamiento que tienen un coste más elevado. Pero desde la concejalía entendimos que era una prioridad que resolver”. El concejal destaca que «con esta actuación mejoraremos mucho el circuito de aguas de Sitges, que ahora llegarán al mar mucho mejor depuradas».
Su funcionamiento comienza cuando las aguas residuales de la población entran en la depuradora, concretamente en un primer depósito llamado desorden. Allí, los sólidos más pesados que lleve el agua se quedan en el suelo del depósito por deposición. El agua que sale de este proceso todavía puede llevar sólidos flotantes, por lo que pasa a un segundo depósito donde a través de un sistema de tornillo sin fin se retiran estos otros residuos (toallitas, plásticos, paños…). Luego el agua resultante se bombea al digestor, donde las bacterias se comen la materia orgánica disuelta. De ahí, se pasa al decantador en el que el agua ya depurada se envía al mar, mientras que los fangos se derivan al espesador para recogerlos en camión y trasladarlos finalmente a una planta de tratamiento de fangos.