La comunidad educativa de la escuela conoce de primera mano el proyecto del Ayuntamiento, que pretende ser un nuevo activo para el equipamiento. La previsión es que los trabajos comiencen en junio y finalicen en diciembre.

La Concejalía de Acción Climática, Transición Energética y Espacios Naturales y de Educación del Ayuntamiento de Sitges ha presentado a la comunidad educativa de la Escuela Maria Ossó todos los detalles de la cubierta verde del centro, en un acto abierto que tuvo lugar este martes por la tarde en la misma escuela.

Se prevé que en el mes de junio comiencen los trabajos, que se prolongarán hasta diciembre. Una vez la cubierta verde sea una realidad, la Escuela Maria Ossó dispondrá de un nuevo espacio que podrá integrarse en las dinámicas educativas del centro, ya que contará con puntos de observación de la flora y de la fauna que pueda concentrarse o hacer parada en el lugar.

Después de que el Servicio de Equipamientos y Espacio Público (SEEP) de la Diputación de Barcelona realizara un estudio de viabilidad de 14 edificios municipales que podrían convertirse en cubiertas verdes, la opción de la Escuela Maria Ossó fue seleccionada como la más óptima para convertirse en un tejado vivo. El proyecto de cubierta verde tiene como objetivo mejorar las condiciones ambientales tanto en el interior como en el exterior del edificio, reduciendo el efecto isla de calor, absorbiendo contaminantes y mejorando la calidad del aire, atenuando el ruido aéreo y la radiación, reduciendo el gasto energético del edificio y, en definitiva, mejorando la salud de las personas. Con esta instalación, también se busca lograr un impacto social que trascienda la escuela y fomente las relaciones sociales mediante la convivencia de diferentes colectivos sociales y culturales.

Entre los objetivos que pretende alcanzar la cubierta verde se encuentran incrementar la biodiversidad, reducir la impermeabilización del suelo y potenciar la circularidad del ciclo del agua. La concejala de Acción Climática, Transición Energética y Espacios Naturales, Carme Gasulla Blanco, afirma que

“la cubierta verde no es solo un recurso educativo, sino que también se convierte en una infraestructura estratégica en la transición ecológica del municipio. Este proyecto nos permite avanzar en la renaturalización de los espacios urbanos, mejorar la gestión sostenible del agua y fomentar la biodiversidad, al mismo tiempo que es una herramienta pedagógica para sensibilizar a las nuevas generaciones sobre los retos ambientales actuales”.

Uno de los grandes retos de futuro para Sitges es integrar la naturaleza en la dinámica urbana de manera que se establezca una relación activa y beneficiosa entre el verde y la actividad cotidiana de la villa. El objetivo es consolidar y ampliar una red verde continua y funcional que no solo mejore el entorno paisajístico, sino que actúe como una verdadera infraestructura urbana. Esta red debe tener la capacidad de prestar servicios esenciales —tanto ambientales como sociales— y de aportar calidad de vida a la ciudadanía, contribuyendo a hacer de Sitges una villa más saludable, resiliente y sostenible.

El coste del proyecto de cubierta verde para la Escuela Maria Ossó asciende a 423.187,44 euros, financiados por la Generalitat de Catalunya y la Diputación de Barcelona.

Beneficios de las cubiertas verdes

Las cubiertas verdes representan una solución sostenible y adaptable al entorno urbano que contribuye significativamente a la resiliencia de las ciudades. Estas estructuras permiten implementar vegetación sobre los edificios, aportando múltiples beneficios tanto desde el punto de vista ambiental como social y económico.

Uno de los principales beneficios es su capacidad para incrementar la biodiversidad y fomentar la agricultura urbana, generando espacios verdes que favorecen la presencia de flora y fauna en zonas urbanizadas. Además, contribuyen a mejorar la calidad del aire, reducir el efecto isla de calor y atenuar la contaminación acústica, al tiempo que ofrecen un confort estético y visual notable para la ciudadanía.

Desde el punto de vista energético, las cubiertas verdes actúan como aislantes térmicos, protegiendo las capas de impermeabilización y los sistemas de producción de energía (ACS y fotovoltaica), prolongando su vida útil y reduciendo el consumo energético de los edificios. Asimismo, permiten un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos mediante la captación y filtración del agua de lluvia, la reducción de la escorrentía y la carga contaminante asociada, y el impulso de una gestión más eficiente y circular del ciclo del agua.

En conjunto, las cubiertas verdes no solo mejoran el rendimiento ambiental de los edificios, sino que contribuyen a la construcción de ciudades más habitables, sostenibles y preparadas para los retos del cambio climático.