Exposición “Artistes compromeses amb la República 1931-1939” de Museus de Sitges

La exposición estará en el Museu de Maricel del 14 de abril 2022 hasta el 18 de septiembre 2022

Esta muestra pretende dar luz y hacer visibles a «muchas artistas que, desde el primer momento, tomaron partido a favor de la República, legal y legítimamente establecida, y de la revolución.

En realidad, se pusieron al servicio de la Generalidad de Cataluña para participar en la enseñanza, la cultura, la protección del patrimonio artístico… Ellas, al igual que sus compañeros, jugaron un gran papel en la comunicación de información y en la transmisión ideológica. Se afiliaron a los sindicatos de artistas, participaron en exposiciones y colaboraron con sus dibujos y fotomontajes en diferentes revistas del momento. (…)

Queremos dar a conocer obras realizadas por estas artistas, cuya iconografía pone de manifiesto diferentes aspectos de la vida durante los años de la República (1931-1939). Pretendemos que sus obras nos hablen de aquellos años y de los problemas que se tuvieron que afrontar, el peor de los cuales fue la encarnizada y sangrienta guerra que duró casi tres años. Solo así, la memoria colectiva, que ha obviado a estas mujeres en su labor artística durante los buenos y malos días de la República, dejará ese desgraciado olvido y, finalmente, se podrá reconocer su merecida valía».

ENLACE A LA GALERÍA DE FOTOS DE LA EXPOSICIÓN ARTISTES COMPROMESES AMB LA REPÚBLICA 1931-1939

Exposició Artistes compremeses amb la República Sitges

 

ARTISTAS COMPROMETIDAS CON LA REPÚBLICA

Museo de Maricel,

Calle de Fonollar, s/n. 08870 Sitges

Del 14 de abril al 18 de septiembre de 2022

Inauguración 13 de abril a las 18h.
Del 14 de abril al 18 de septiembre de 2022

Horarios: Del 14 de abril al 30 de junio: de martes a domingo, de 10 a 19 h

Del 1 de julio al 18 de septiembre: de martes a domingo, de 10 a 20 h

Visitas guiadas:
Viernes: 22 y 29 de abril
16 h catalán
17 h castellano

 

ARTISTAS COMPROMETIDAS CON LA REPÚBLICA es una exposición conmemorativa del 91º. aniversario de la proclamación de la Segunda República, comisariada por Núria Rius Vernet y Julián Díaz de Otazu.

Esta exposición muestra dos de las líneas de investigación y trabajo estratégico del Consorcio del Patrimonio de Sitges: por un lado, cuyo patrimonio inmaterial el patrimonio histórico y el 91 aniversario de la Proclamación de la Segunda República forman parte, y de la otra, trabajar en discursos y en clave de género, que permiten dar visibilidad y difundir a estas mujeres artistas a menudo olvidadas o aún no merecidamente reivindicadas en cuanto a su valía artística.

En palabras de sus comisarios, la exposición Artistas comprometidas con la República, pretende dar luz y hacer visibles a «muchas artistas que, desde el primer momento, tomaron partido a favor de la República, legal y legítimamente establecida, y de la revolución. En realidad, se pusieron al servicio de la Generalidad de Cataluña para participar en la enseñanza, las exposiciones, la cultura, la protección del patrimonio artístico, etc. Ellas, al igual que sus compañeros, jugaron un gran papel en la comunicación de información y en la transmisión ideológica. Se afiliaron a los sindicatos de artistas, participaron en exposiciones y colaboraron con sus dibujos y fotomontajes en diferentes revistas del momento. (…) Queremos dar a conocer obras realizadas por estas artistas, cuya iconografía pone de manifiesto diferentes aspectos de la vida durante los años de la República (1931-1939). Pretendemos que sus obras nos hablen de aquellos años y de los problemas que se tuvieron que enfrentar, el peor de los cuales fue la encarnizada y sangrienta guerra que duró casi tres años. Sólo así, la memoria colectiva, que ha obviado a estas mujeres en su labor artística durante los buenos y malos días de la República, dejará ese desgraciado olvido y finalmente se podrá reconocer su merecida valía.»

Las obras seleccionadas para participar en la exposición provienen, en su mayoría, de fondos de museos y bibliotecas catalanes y de España, así como, en este caso una minoría, de coleccionistas privados. En total, 102 obras de catorce artistas, provenientes de 16 prestamistas diferentes.

La exposición presenta obras de 14 artistas: Carme Millà,  Lola Anglada,  Maria Ferrés,  Francisca Bartolozzi,  Manuela Ballester,  Juana Francisca Rubio,  Maruja Mallo, Remedios Varo,  Elisa Piqueras, Mariona Lluch, Anna Aguilera,  Alma Tàpia, Mari Batlle y Montserrat Barta.

Sólo se presentan obras de temática o iconografía estrictamente vinculadas con la República y, precisamente es en este doble eje discursivo, en el que reside su interés y singularidad y se diferencia de otras exposiciones en clave de género presentadas hasta el momento.

 

Muchas de las obras son inéditas y nunca han sido expuestas al público, otras es la primera vez que se presentan en Cataluña.

De muchas de las artistas se conoce poco cuerpo; la doble condición de todas ellas, como mujeres, y su compromiso con los ideales y valores republicanos, hizo que fueran doblemente silenciadas, censuradas y olvidadas. Queda mucho camino por recorrer.

La muestra se articula en ámbitos temáticos; cuentan con ámbito propio las artistas de las que hemos podido reunir más obras, como Carme Millà, Lola Anglada, María Ferrés, Francisca Bartolozzi, Manuela Ballester y Juana Francisca Rubio. Un segundo ámbito se centra en Maruja Mallo, Remedios Varo, de las que no hemos podido presentar ninguna obra original y se presentan copias facsimilares, y Elisa Piqueras. Por último, un tercer ámbito se destina a las artistas menos conocidas, como son Mariona Lluch, Anna Aguilera, Alma Tàpia, Mari Batlle y Montserrat Barta.

Esta exposición es el resultado de muchos años de trabajo y búsqueda de sus comisarios, Núria Rius Vernet y Julián Díaz de Otazu. Núria Rius Vernet, historiadora del arte, especializada en la historiografía desde la perspectiva de género, ha centrado sus líneas de investigación y publicaciones en las mujeres artistas, siendo una de las autoras más reconocidas en estos ámbitos. Traspasó el pasado mes de noviembre. Éste es el último de sus trabajos, y los Museos de Sitges, el comisario de la exposición y pareja de Núria, Julián Díaz de Otazu, y Elina Norandi, gran amiga y colaboradora de Núria, queremos dedicar la exposición en su memoria.

La muestra se acompaña de un catálogo a cargo de los comisarios de la exposición, así como de un vídeo explicativo accesible (locutado, subtitulado y con lengua de signos) que garantizarán la difusión de los contenidos de la muestra más allá del período de la exposición. Éstos serán presentados próximamente.

Artistas comprometidas con la República está producida por los Museos de Sitges y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Sitges, la Diputación de Barcelona y el Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña.

 

ANEXO: DOSSIER EXPLÍCATIVO DE LA EXPOSICIÓN EN PALABRAS DE LOS COMISARIOS

La proclamación de la República, recibida por la mayoría de las mujeres con gran ilusión, generó en ellas grandes expectativas y una gran efervescencia de libertad. Desde la Generalidad de Cataluña y el Gobierno de la República Española se introdujeron importantes cambios legislativos destinados a eliminar la discriminación de las mujeres.

La política cultural de la Generalitat se dirigió a conseguir que la cultura fuese catalana, democrática, científica y laica, intentando poner los máximos esfuerzos en elevar el nivel cultural de la población. En cuanto al mundo del arte, se abrieron nuevos museos y nuevas salas privadas de exposiciones, se crearon talleres escuela y nuevos grupos de artistas en busca de un nuevo arte. Muchas artistas sacaron provecho y participaron.

Desgraciadamente, con el levantamiento fascista, todos los intentos de crear un arte nuevo, una vanguardia artística, se truncaron. Las galerías privadas prácticamente cerraron: las obras no se vendían. Durante los años de guerra hubo dos tipos de actividad: los salones oficiales y las exposiciones impulsadas por partidos y sindicatos. Sin embargo, fue un período de gran creatividad en la zona republicana. La producción artística se politizó y hizo hincapié en la propaganda.

Hemos renunciado a exponer aquellas obras cuyo contenido no contempla aspectos sociales o políticos relacionados con la República, a pesar de que sus autoras hubieran mantenido un fuerte compromiso social o político. Demuestran, pues, obras que se han podido localizar realizadas por artistas nacidas en Cataluña y que vivieron gran parte de su vida (Lola Anglada Sarriera, Carme Millà Tersol, Maria Ferrés Puig, Remedios Varo Uranga), o que, aunque no haber nacido, pasaron largas temporadas (Elisa Piqueras Lozano, Manuela Ballester Vilaseca y Juana Francisca Rubio García), y/o que participaron en alguna de las muchas actividades artísticas llevadas a cabo en Cataluña entre 1931 y 1939 (Francisca Bartolozzi Sánch , Maruja Mallo, Ángela Nebot Molada y Anna AguileraGassol). Todas las obras expuestas, como se ha dicho, de contenido no ajeno al conjunto de valores sociales y morales asociados a la defensa de los ideales republicanos.

 

Carme Millà Tersol (Barcelona, ​​1907-1999)

Comprometida con la República y el anarquismo, ocupó diferentes cargos en el Sindicato Único de la Enseñanza y Profesiones Liberales de la CNT-AIT de Barcelona, ​​donde desempeñó un papel importante. Preocupada por la educación, colaboró ​​en la redacción de los estatutos del Consejo de la Escuela Nueva Unificada (CENU), fue profesora de esta escuela y también la autora de su cartel Escuela Nueva, pueblo libre.

En el cartel, mediante formas redondeadas y de gran ternura, defendía la enseñanza laica y la coeducación: niños y niñas no sólo compartían las aulas, sino también los mismos contenidos escolares, tal y como queda reflejado en las dos criaturas que están leyendo un gran libro que sostienen sobre el regazo.

El cartel ¡Ayude Euzkadi! CNT-AIT, impreso sólo en dos tintas pero muy expresivo, representa a dos mujeres vascas, ataviadas típicamente y que huyen corriente de los bombardeos con tres criaturas. Anunciaba uno de los muchos actos festivos, de gran carga simbólica y emotiva, que se llevaron a cabo en Barcelona y en otras ciudades de Cataluña dentro de la Semana Pro-Euskadi, celebrada en junio de 1937 poco tiempo después del bombardeo de Guernica ( 26 de abril).

En 1939, con el triunfo franquista, Carme Millà tuvo que exiliarse. Volvió a Barcelona en 1959, donde expuso en la sala Selecciones Jaimes, pero no se instaló en la ciudad hasta 1961. Una vez jubilada, continuó su actividad artística.

Lola Anglada Sarriera (Barcelona, ​​1892 – Tiana, 1984)

Su compromiso con el catalanismo había quedado patente, especialmente con las ilustraciones que hizo para la revista Nosaltres Sols! desde el primer número, del 28 de marzo de 1931, hasta 1933. Sus ilustraciones se caracterizaban por la representación de la patria, Cataluña, mediante la figura de una joven vestida de catalana.

Le dijeron «la marona de los presos» por la ayuda que les prestó con sus dibujos y por su implicación en actos y movilizaciones dirigidas a su liberación, como hizo en el caso del Complot de Garraf.

Fue secretaria de Acción Cultural y Social de la Unión Catalanista y, en los años de guerra, se afilió a UGT. JaumeMiravitlles, comisario de Propaganda de la Generalitat, le encargó que diera vida al personaje de El Més Petit de Tots, esculpido por Miquel Paredes. Ella lo cambió por un ser andrógino, representante de todos los valores que la guerra estropeaba y, como tal, símbolo de la Cataluña oprimida, de la República o de un pueblo en lucha contra el fascismo.

Hizo también un conjunto de dibujos acuarelados de personajes de la guerra: milicianos y milicianas, brigadistas, mujeres pertenecientes al batallón de la Muerte o centuria Malatesta ya la columna Thaëlmann; no se olvidó del Comisariado de Propaganda de la Generalitat ni de «los otros» (los ganadores de la guerra: falangistas, requetés y soldados italianos).

Terminada la guerra, no quiso exiliarse y tuvo que esconderse en pisos de Barcelona hasta que se estableció definitivamente en Tiana. Tuvo problemas por vender sus obras y por exponer.

 

Maria Ferrés Puig, Maria Freser (Vilassar de Mar, 1874 – Valls, 1964)

María Ferrés —o Freser, como ella firmaba— pintó la retaguardia. Son dibujos de pequeño formato, hechos de forma ágil y coloreados con tonalidades suaves, que dan una sensación siempre de inmediatez y de movimiento, y que constituyen una verdadera crónica de todos los personajes que se podían ver por las calles de Barcelona durante el largo conflicto . No se olvidó de nadie: soldados republicanos con sus uniformes, milicianos y milicianas, miembros de la FAI y de las Brigadas Internacionales, comisarios políticos, soldados sollevados, miembros de la guardia mora ataviados con los hendidos rojos y las chilabas blancas , falangistas, carlistas con uniformes diferentes, chicas de la Sección Femenina, mujeres en las colas de racionamiento o con las cestas vacías en busca de comida, incluso estraperlistas, criaturas, gente que tuvo que salir hacia el exilio con los fardos llenos de ropa sobre la cabeza, etc.

A primera vista, puede parecer que Maria Ferrés no tomó partido por ningún bando en la

representación de estas figuras que sufrieron la guerra, como sí lo hizo Lola Anglada añadiendo a su conjunto de dibujos los que tituló Els altres. Sin embargo, si nuestra mirada es más esmerada, podremos averiguar cómo sutilmente pone de manifiesto su toma de partido: basta con mirar los rostros de la gente que debe huir hacia el exilio o comparar cómo están representadas las personas de los diferentes bandos ( los milicianos y las milicianas confrontados con los miembros de la guardia mora), por poner sólo un par de ejemplos.

 

Francisca Bartolozzi Sánchez, Pitti (Madrid, 1908 – Pamplona, ​​2004)

Durante la República participó en las Misiones Pedagógicas (iniciativa gubernamental de alfabetización y mejora educativa de la población más necesitada) y colaboró ​​ilustrando historietas propias o ajenas en la revista Crónica. Desde diciembre de 1934 publicó las peripecias de un niño héroe, Canito, y de su gata, Peladilla. En el último número, Canito se enfrenta al tirano y derrota, y lo presenta sobre un burro con un cartel que dice «¡Se acabaron los tiranos en este país! ¡Viva la libertad!», en clara alusión al golpe de estado franquista. Destacan sus ilustraciones para la serie Don Nubarrón, enmarcada en la situación bélica, y las del semanario Sidrín, sobre las aventuras de un niño republicano.

En abril de 1938 expuso en el Casal de la Cultura de la plaza de Catalunya los seis grabados en el aguafuerte de la serie Pesadillas infantiles, que fueron exhibidas en el Pabellón de la República de

la Exposición Internacional de París de 1937. En ellos representó, desde la perspectiva de los niños, los horrores de la contienda. En todas las composiciones, una criatura de dimensiones reducidas es amenazada por un gran monstruo.

También hizo dibujos acuarelados sobre la vida cotidiana durante la guerra: milicianos, criaturas, mujeres haciendo cola para comprar o huyendo de los bombardeos o yendo hacia el exilio, soldados devolviendo del campo de batalla, etc.

Terminada la guerra, se estableció en Pamplona, ​​donde vivió un verdadero exilio interior compaginando su labor artística con tareas familiares, docencia y trabajos compartidos con su marido, no siempre suficientemente reconocidos.

Juana Francisca Rubio García, Paquita Rubio o Paquita Bardasano (Madrid, 1911-2008)

Fue la única mujer que trabajó, durante la guerra, como cartelista en La Gallofa, taller de propaganda de la Sección de Artes Plásticas de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), a las que pertenecía. En la mayoría de sus carteles aludía a las mujeres y su participación en la guerra, optando por el realismo como estética debido a la influencia soviética. De la veintena de carteles que firmó, se conservan sólo unos pocos. Casi todos eran para organizaciones de mujeres: Muchachas, Madrid, Unión de Muchachas, Valencia, organizaciones juveniles femeninas comprometidas con la causa republicana. Sus figuras femeninas suelen representar a jóvenes musculosas, atléticas, masculinizadas, con hombros anchos y piernas reforzadas, un nuevo modelo de mujer joven en el que se exaltaba el cuerpo conseguido con el deporte, considerado como una práctica complementaria de la cultura. También colaboró ​​como ilustradora en muchas revistas.

Paquita Rubio, que había participado en la Exposición Internacional de París de 1937, concurrió a la Exposición de la juventud. El arte al servicio del pueblo, organizada por la Comisión de Cultura y Propaganda del PSUC e inaugurada el 2 de mayo de 1938 en el Hotel Colon de Barcelona.

Cuando el Gobierno de la República tuvo que trasladarse a Valencia, ella y su marido, el cartelista José Bardasano, con su hija, también se fueron. De Valencia fueron a Barcelona, ​​desde donde, a punto de terminarse la guerra, salieron hacia Francia y, desde allí, hacia México. La pareja regresó a España en 1961.

 

Manuela Ballester Vilaseca (Valencia, 1908 – Berlín, 1994)

Artista de la vanguardia valenciana de los años treinta del siglo XX, se dedicó a la defensa de los derechos de las mujeres. Para las elecciones legislativas de 1936 hizo su primer cartel político, ¡Votad al Frente Popular! La imagen representaba a una madre intentando votar con la criatura en los brazos; al fondo, delante de la mujer, dibujó en color rojo una muchedumbre de personas sin rostro, pertenecientes a los diferentes partidos de izquierdas; en contraposición, representantes de la Iglesia y del capital, personajes de las derechas tradicionales, dibujados en color negro y aplastando cadáveres, intentan impedirle votar estirándola por las faldas. Sus carteles ponen de manifiesto su compromiso proletario. Su canon artístico rechazaba la abstracción y proponía un nuevo realismo social comprometido con la realidad del momento.

Fundó y dirigió la revista Pasionaria: Revista de las Mujeres Antifascistas de Valencia y colaboró ​​en muchas otras.

Cuando en 1937 el Gobierno de la República se trasladó de Valencia a Barcelona, ​​ella y su marido, el cartelista Josep Renau, se desplazaron con sus hijos. En Barcelona se convirtió en dibujante de la Sección de Prensa y Propaganda del Comisariado General del Ejército de Tierra.

Se exilió en México, donde permaneció hasta 1959, cuando se marchó a la República Democrática de Alemania. Tras la muerte de Franco, esta artista disciplinada y con carácter fuerte, ideas claras y grandes sentimientos, sola, separada de Renau, hizo varios viajes a Valencia, su tierra; sin embargo, nunca se pudo quedar.

 

Maruja Mallo (seudónimo de Ana María Gómez González) (Vivero, Lugo, 1902 – Madrid, 1995)

Maruja Mallo, mujer transgresora y artista comprometida con la República, fue profesora en el Lyceum Club Femenino y en la Residencia de Señoritas, ambos en Madrid, y participó en las Misiones Pedagógicas.

En París en 1932 y en el Salón de Otoño de Barcelona en 1933 expuso la serie Cloacas y campanarios. La serie, deprimente y amarga, fue relacionada con la España negra; ella decía que estas obras eran una confrontación con un mundo regido por la descomposición. Se trataba de limpiar el terreno antes de edificar un mundo nuevo. Con dos obras de esta serie (Huella y Sapo y excrementos) participó en la Exposición Logicofobista celebrada en Barcelona en mayo de 1936.

El último cuadro que hizo en España antes de marcharse al exilio fue el gran aceite Sorpresa del trigo, inspirado en la imagen de una mujer vista a la manifestación del 1 de mayo de 1936. La obra daría paso a una serie cargada de esperanza en el futuro, llamada La religión del trabajo y terminada en el exilio, en la que tienen un gran protagonismo las espigas surgidas de las manos de mujeres, donde radica la base de la vida.

Con su compañero, el trotskista Alberto Fernández Mezquita, participó en las Misiones Pedagógicas de Galicia. Estallada la guerra, se quedó un tiempo contemplando aterrada lo que pasaba. Tomó nota de los hechos y nombres de las personas hasta que pasó en Portugal, desde donde, con la ayuda de Gabriela Mistral, inició el exilio hacia Argentina. En 1938 escribió un texto sobre sus últimos días en Galicia, que La Vanguardia publicó ilustrado con reproducciones de la serie La religión del trabajo.

Remedios Varo Uranga (Inglés, Gerona, 1908 – Ciudad de México, 1963)

Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde entabló amistad

con Maruja Mallo, Delhy Tejero, Francis Bartolozzi… En 1930 se casó con Gerardo Lizarraga, anarquista convencido, con quien se fue a París. En 1932 se trasladó a la Barcelona republicana, donde se dedicó al dibujo publicitario y contactó con los surrealistas, con los que jugó a realizar «cadáveres exquisitos».

En 1936 participó en la Exposición Logicofobista, celebrada en Barcelona, ​​con tres obras: La pierna liberadora de las amebas gigantes, Lecciones de costura y Accidentalidad de la mujer-violencia. El título de esta obra parece críptico, pero el término abstracto (accidentalidad) hace vislumbrar su potente denuncia del maltrato ejercido contra las mujeres. Venus de Milo es para ella el icono de la fertilidad, el amor, la sensualidad, la belleza, la feminidad, es decir, el símbolo de las mujeres. Accidentalidad de la mujer-violencia es una de las primeras obras de Remedios, que todavía no ha logrado su propio estilo.

En 1936 conoció al poeta surrealista trotskista Benjamín Péret; con él y con Esteban Francés se marchó hacia París, donde trabó amistad con Leonora Carrington y descubrió las teorías orientalistas de Gurdjieff. En 1940, ocupado París por los nazis, Remedios se fue al sur de Francia, desde donde, pasando por Marsella y Argelia, partió hacia México, donde llegó en enero de 1942. En México consolidó su estilo peculiar, que refleja un mundo armonioso y rechaza todo lo morboso y violento. Creó un mundo propio de personajes irónicamente metafóricos, cuyo rostro tiene un parecido al suyo. En 1963, con cincuenta y cinco años, murió repentinamente.

 

Elisa Piqueras Lozano (Albacete, 1912 – Valencia, 1974)

Esta pintora y escultora se incluye en la generación valenciana de los años treinta, junto a Manuela Ballester y los hermanos Renau Berenguer, entre otros. En el contexto de la lucha y de las actividades políticas de los estudiantes universitarios, se encontró con Juan Renau, con quien se casó; ambos formaban parte de la Federación Universitaria Escolar (FUE) de Valencia.

Tras el golpe de estado fascista, se afilió a la Alianza de Intelectuales Antifascistas. En 1937 colaboró ​​en la organización del II Congreso Internacional de Intelectuales para la Defensa de la Cultura, en el Socorro Rojo Internacional y en la Asociación de Mujeres Antifascistas (AMA), y participó en la II Conferencia Nacional de Mujeres Antifascistas, que se celebró en Valencia. Posteriormente, con Juan Renau se trasladó a Barcelona, ​​donde trabajó de profesora de dibujo en el Institut Obrer de la ciudad. Alumnos y compañeros la recordaban por su gran agilidad con los lápices y las pinturas.

Como ilustradora colaboró ​​en las revistas Verdad, órgano de expresión de la Unificación Comunista Socialista, dirigida por Josep Renau y por Max Aub, y en Pasionaria: Revista de las Mujeres Antifascistas de Valencia, dirigida por su cuñada Manuela Ballester.

En 1939 pasó penosamente la frontera hacia Francia con la familia Ballester. Después de estar en el campo de concentración de Argelès, se marchó hacia Colombia con Juan Renau. A partir de 1946 se instalaron en México. Volvieron a Valencia en 1957, donde Elisa murió, después de una larga enfermedad, con sesenta y dos años.

 

Otros artistas poco conocidas

Desgraciadamente, con fecha de hoy, de algunas artistas sabemos o conocemos poco, como su participación en exposiciones y algunas de sus obras: pinturas (Anna Aguilera Gassol y Àngela Nebot Molada) o ilustraciones para revistas comprometidas con el momento histórico que se estaba viviendo (Mari Batlle, Montserrat Barta Prats, Alma Tapia Bolívar y Mariona Lluch Soriano).

De todas formas, ellas están ahí y trabajaron a través de su creación artística, comprometiéndose con los ideales y valores de la República.

Queda todavía mucho camino por recorrer y mucho por investigar. Queremos aprovechar este espacio para hacer mención y reivindicarlas, para que ocupen su sitio en la historia del arte.

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Exposición "Artistes compromeses amb la República 1931-1939" de Museus de Sitges
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Esta muestra pretende dar luz y hacer visibles a «muchas artistas que, desde el primer momento, tomaron partido a favor de la República, legal y legítimamente establecida, y de la revolución. La exposición estará en el Museu de Maricel del 14 de abril 2022 hasta el 18 de septiembre 2022
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