El certamen, con una ocupación hotelera prevista cercana al 100%, genera un impacto económico superior a los 8 millones de euros y consolida a Sitges como epicentro mundial del cine fantástico.
Hoy arranca la 58ª edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, uno de los eventos culturales más relevantes del país y un motor económico y turístico de primer orden para el municipio. Durante los días centrales, se prevé una ocupación hotelera cercana al 100% y una gran afluencia de público, después de que el año pasado el Festival registrara más de 158.000 asistentes y un impacto económico superior a los 8 millones de euros.
La alcaldesa de Sitges ha destacado
“la enorme proyección internacional y mediática del Festival, que no solo refuerza nuestra identidad cultural, sino que también impulsa el tejido económico local y la promoción exterior del municipio”.
Según datos recientes, el Festival ha generado 19.400 impactos mediáticos, con un valor económico estimado en más de 55 millones de euros y una audiencia acumulada superior a los 32.000 millones de lectores.
La jornada inaugural ha comenzado con una sesión especial para las escuelas de Sitges y la comarca, que ha reunido a más de un millar de niños y niñas en una experiencia cinematográfica pensada para acercar el género fantástico a las nuevas generaciones.
La mañana ha continuado con la inauguración de la escultura Kong, una pieza de tres metros de altura del artista Antoni Parera Buxeres, instalada entre el Hotel Meliá y la playa de Sant Sebastià. Esta figura, inspirada en el mítico King Kong, se convierte en nuevo símbolo del Festival y de la vinculación de Sitges con el cine fantástico.
La programación matinal se ha completado con la inauguración de la exposición “50 años de terror bajo el agua”, en el Miramar Centre Cultural, que repasa la presencia de las profundidades marinas en el cine de terror y rinde homenaje a los 50 años de la película Tiburón.
Por la tarde, tendrá lugar la inauguración oficial del certamen, con la presencia de la alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell; el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; y el secretario general del Departamento de Cultura de la Generalitat, Josep M. Carreté.
Un impacto compartido y sostenible
La celebración del Festival activa decenas de hoteles y cientos de establecimientos de restauración y comercio. El Ayuntamiento y la organización trabajan para distribuir los beneficios económicos más allá del centro histórico y promover la participación del comercio local.
La alcaldesa también ha querido reconocer la implicación de
“patrocinadores, colaboradores y establecimientos locales, especialmente aquellos que apuestan por la sostenibilidad y la movilidad responsable, ejes fundamentales del modelo de Festival que queremos seguir impulsando”.
Movilidad y seguridad: un dispositivo coordinado
El Ayuntamiento ha activado un plan especial de circulación y señalización temporal, así como zonas reservadas en el entorno del Hotel Meliá y la playa de Sant Sebastià. También se han reforzado los servicios públicos de transporte para reducir el uso del vehículo privado.
Como novedad, se ha habilitado un aparcamiento disuasorio en la Llevantina, con conexiones rápidas hacia el área central.
Además, el Ayuntamiento y el Festival han trabajado en la coordinación de horarios, señalización y puntos de información para facilitar el flujo entre salas, exposiciones y zonas de ocio como la King Kong Area.
Seguridad y gestión de emergencias
El Festival dispone de un Plan de Seguridad específico, con protocolos de actuación, puntos de encuentro y zonas de recepción de ayudas externas. La aplicación Sitges Alert incorpora, durante los días del Festival, un botón de alerta con el logotipo del certamen para comunicar incidencias o emergencias.





