El Ayuntamiento de Sitges y la Generalitat están analizando los episodios de acumulación de polvo en el aire en Garraf, junto con los residentes locales

La alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell, y la concejala de Acción Ambiental y Transición Ecológica, Carme Gasulla, se reunieron con la directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Generalitat de Cataluña, Mireia Boya i Busquet, en el Pueblo de Garraf para examinar la situación de polvo en la zona. La reunión también permitió responder a las preguntas de los vecinos.

La alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell, y la concejala de Acción Ambiental y Transición Ecológica, Carme Gasulla, se encontraron este jueves con la directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Generalitat de Cataluña, Mireia Boya, en la Oficina de Atención Ciudadana del Pueblo de Garraf para analizar la situación generada en las últimas semanas con respecto a los picos de partículas de polvo en suspensión.

Ambas administraciones coincidieron en la necesidad de estudiar el impacto que pueden tener las emisiones de polvo en esta parte del municipio de Sitges.

La alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell, señaló que

«este es un problema que arrastra años en el Pueblo de Garraf» y explicó que «desde el Ayuntamiento se están implementando las herramientas necesarias para tratar de resolver la situación. Instalamos el medidor para verificar los picos y analizar posibles soluciones».

Durante la reunión, se informó a los residentes que una de las empresas que gestiona las canteras está siendo investigada y podría enfrentar sanciones.

La concejala de Acción Ambiental, Carme Gasulla, agregó que

«el Departamento y el Ayuntamiento han establecido líneas de trabajo conjuntas para evitar estos picos de polvo y garantizar que la empresa cumpla con sus obligaciones».

A finales de diciembre, el Ayuntamiento de Sitges notificó a la Generalitat de Cataluña sobre la situación, ya que es la administración competente en las canteras cercanas al pueblo de Garraf. También emitió un requerimiento a la empresa, a través de un oficio, para que detuviera cualquier actividad que pudiera causar esta situación.

A pesar de todo, tanto los residentes como los representantes de las administraciones acordaron que será necesario seguir monitoreando cuando ocurran estos episodios de polvo.