Exposición Modelos de belleza. Antiguo Museo de Reproducciones Artísticas, Museus de Sitges

La exposición Modelos de belleza. Antiguo Museo de Reproducciones Artísticas, tiene lugar en el Museo de Maricel del 16 diciembre 2023 al 13 octubre 2024.

El Museo de Maricel expone la más completa colección del Antiguo Museo de Reproducciones Artísticas. Presenta 200 piezas de finales del siglo XIX, incluyendo vidrio, mobiliario, cerámica, pintura y escultura.

El Museo de Maricel presenta la exposición «Modelos de belleza: El antiguo Museo de Reproducciones Artísticas», una muestra que reúne 200 piezas de mobiliario, vidrio, pintura, escultura, porcelana, cerámica, esmalte, yeso y mosaico que formaron parte de esta colección creada a finales del siglo XIX con el propósito de acercar el arte a la población en general. Una parte destacada de este antiguo museo forma parte del fondo del Palacio de Maricel y constituye el eje central de la exposición. La muestra, organizada por Museos de Sitges, está comisariada por Ignasi Domènech y se puede visitar hasta el 13 de octubre del próximo año.

Exposición Modelos de belleza. Antiguo Museo de Reproducciones Artísticas, Museos de Sitges

Lugar: Planta baja del Museo de Maricel
Fechas: 16 diciembre 2023 al 13 octubre 2024
Comisario: Ignasi Domènech, jefe de Colecciones de Museus de Sitges

En 1891, ante el impacto de la Exposición Universal de 1888 y las nuevas corrientes culturales, Barcelona inauguró el Museo de Reproducciones como una apuesta de la ciudad por reunir una colección que reprodujera ejemplos de la historia del arte y que fuese accesible a la población en general. Desde 1935, gran parte de estas obras forman parte de los fondos de los Museus de Sitges, algunas de las cuales están expuestas al público en diferentes espacios, como el Palau de Maricel.

Con el objetivo de proyectar esta colección, Museus de Sitges ha programado una exposición, que se realizará en la planta baja el Museo de Maricel y que presentará un recorrido por diversas áreas de la historia del arte, con la exhibición de piezas como las artes del vidrio, la cerámica, el esmalte, el hierro, la porcelana, la escultura, el mosaico o el mueble, entre otros, creadas a partir de las reproducciones de obras maestras de cada uno de estos ámbitos.

Con motivo de la inauguración de la exposición El antiguo Museo de Reproducciones Artísticas –que ocupará la planta baja del Museo de Maricel– Museus de Sitges presenta una conferencia que explica la historia y el contexto de esta colección, una parte importante de la que está depositada en el Palacio de Maricel.
Irá a cargo de Ignasi Domènech, jefe de Colecciones de Museus de Sitges y comisario de la muestra.
Viernes 15 de diciembre de 2023 a las 18h
Saló d’ Or del Palacio de Maricel
Actividad gratuita sin reserva previa. Aforo limitado

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En 1890, el Ayuntamiento de Barcelona creó el Museo de Reproducciones de Barcelona, inicialmente llamado Museo de Reproducciones Artísticas, de Arquitectura, de Escultura y de Artes Suntuarias. Esta iniciativa buscaba reunir reproducciones de algunas de las grandes obras del arte universal para que pudieran ser contempladas y admiradas por las clases medias y populares, en una época en la que aún no existía el turismo y las posibilidades de viajar y acceder a la cultura eran limitadas. La creación del museo representó uno de los proyectos intelectuales más significativos, ambiciosos y modernos de la Cataluña de finales del siglo XIX, así como una de las apuestas más impactantes para favorecer la difusión del arte entre la población en general.

El Museo exhibía piezas de arquitectura, escultura, cerámica, vidrio, mosaico, esmalte, joyería, mobiliario y tejidos, entre otros. Incluso incorporó una biblioteca especializada, que es el origen de la actual Biblioteca Nacional de Historia del Arte, actualmente Biblioteca Folch i Torres, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Contexto histórico: El Museo de Reproducciones de Barcelona seguía los parámetros de otros museos de reproducciones que proliferaron en Europa a lo largo del siglo XIX, algunos incluidos como secciones de otros museos de ámbito nacional. Consistía en reproducir copias de grandes obras, no necesariamente de pintura y escultura, del arte universal y ponerlas al alcance de la población en general.

Para Barcelona, establecer una política de creación de museos desde cero (a diferencia de Madrid y otras ciudades que eran capitales de estado y ya tenían colecciones históricas) planteaba la creación de un museo a partir de reproducciones de calidad que pudieran servir, como los originales, para mostrar las formas y el espíritu que emanaba de una amplia gama de materias artísticas.

Desde la perspectiva actual, puede resultar difícil entender cuál era la finalidad de tales instituciones, ya que tendemos a valorar sobre todo la existencia de lo original. Sin embargo, en la época del siglo XIX, las copias tenían un valor y una función muy concretos. Artísticamente, eran apreciadas porque estaban realizadas por escultores profesionales que lograban un resultado de gran detalle y calidad.

Al mismo tiempo, resultaba relevante que las reproducciones proporcionaran modelos de calidad para la pujante industria catalana. Con la Revolución Industrial, cuando aún no existía el concepto de diseño, comenzaron a producirse objetos poco estéticos en contraposición con las notables creaciones de los artesanos. Se consideraba primordial que se fabricaran productos decorativos que fueran a la vez útiles y hermosos, y que las fábricas catalanas pudieran competir con las de las grandes ciudades europeas.

Por último, siguiendo principios pedagógicos, estas obras se consideraban un buen método para que los estudiantes de dibujo y Bellas Artes conocieran las manifestaciones artísticas del pasado e se inspiraran en ellas. Es por este motivo que los museos de reproducciones estaban estrechamente vinculados a las academias, que eran los centros de formación artística más importantes de ese momento. Asimismo, las copias también servían para que el público en general se educara y adquiriera conocimientos de Historia del Arte.

El Museo de Reproducciones de Barcelona: El Ayuntamiento de Barcelona, bajo el mandato del alcalde Francesc Rius i Taulet (1872-1889), creó varios museos artísticos y arqueológicos en los antiguos pabellones de la Exposición Universal. El más importante y de mayores dimensiones era el Palacio de la Industria, hoy desaparecido, que constaba de una planta en forma de abanico con una nave central. Fue aquí donde se decidió ubicar el Museo de Reproducciones de Barcelona, fundado en 1890. Fue uno de los tres primeros museos públicos de la ciudad, junto con el Museo de Bellas Artes y el Museo Arqueológico (que a partir de 1892 se llamaría Museo de Historia).

La idea de fundar un Museo de Reproducciones en Barcelona tuvo su origen en varios artículos de Francesc Miquel i Badia, entre 1870 y 1889. Finalmente, el Ayuntamiento inauguró el Museo el día de San Pedro de 1891. Lo gestionó el mismo ayuntamiento durante los primeros años y en 1907 pasó a manos de la Junta de Museos.

La vida del Museo, sin embargo, tuvo obstáculos desde muy pronto. En 1902, el Ayuntamiento desmanteló su sede y sus colecciones sufrieron una diáspora. En los años siguientes, tuvo varias ubicaciones y fue protagonista de diferentes proyectos frustrados, hasta que en 1935 una parte de sus fondos se destinó al Palacio de Maricel, que estaba vacío desde 1921 debido a la marcha de su promotor y propietario, el coleccionista estadounidense Charles Deering.

El resto de las colecciones que no fueron trasladadas a Sitges acabaron desapareciendo. Solo lo que llegó al Palacio de Maricel mantuvo una parte de los fondos del que fue el Museo de Reproducciones en Barcelona, expuestos en varias salas y espacios del edificio.

La exposición: Los Museos de Sitges organizan la exposición retrospectiva y monográfica «Modelos de belleza: El antiguo Museo de Reproducciones Artísticas», que pone el énfasis en un importante episodio de nuestra historia de los museos. La muestra se realiza con una selección de las obras que hay en el Palacio de Maricel, además de 18 piezas de yeso que provienen de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Cataluña. También son obras del fondo del Museo de Reproducciones, que se almacenaron en el Palacio Nacional (actual Museo Nacional de Arte de Cataluña) y que en 1992 se llevaron a la Escuela.

Todas las reproducciones del Museo de Reproducciones en Barcelona, y por lo tanto también las exhibidas en esta muestra, fueron realizadas en el siglo XIX, y la gran mayoría entre 1870 y 1890. Las obras y los objetos presentados, por lo tanto, tienen unos 135 años y ya son auténticas antigüedades. En los casos en que se conoce la autoría, podrían tratarse de artistas (Paul Soyer, Georges Pull, Janvier Chiurazzi, entre otros) o de manufacturas, a menudo familiares (Figli di Giuseppe Cantagalli, Compagnia Venezia Murano, O. Madrassi, entre otros).

La exposición «Modelos de belleza: El antiguo Museo de Reproducciones Artísticas» presenta 200 piezas, de las cuales 80 son obras de vidrio, en su mayoría de la Compagnia Veneziana Murano Salviati & Co. Predominan los vasos y las copas, pero también hay aguamaniles, jarras o botellas. La muestra también expone unas cincuenta piezas de cerámica, especialmente platos y jarrones con motivos naturalistas. Los esmaltes, por su parte, reproducen piezas que son copias de originales del Louvre u otras que siguen los modelos de los talleres de Limoges.

Entre el mobiliario expuesto hay armarios, tinajas y arcas, mientras que en las obras de pintura hay reproducciones de frescos de la basílica de San Francisco de Asís y mosaicos de la de San Vidal de Ravena. En las esculturas hay copias del mismo David o de Pere III el Ceremonioso del Museo Tesoro de la Catedral de Girona, entre muchos otros.