La carretera C-31 de las Costas del Garraf está en plena ejecución de trabajos para proteger sus taludes y evitar el desprendimiento de piedras sobre la vía. Este proyecto, a cargo del Departamento de Territorio de la Generalitat de Catalunya, busca reforzar la estabilidad de la montaña a lo largo de 12 kilómetros en Sitges, con una inversión de 1,2 millones de euros y afectando a unos treinta taludes.
Las obras, que tienen como objetivo concluir en otoño, se llevarán a cabo principalmente de noche hasta finales de mayo, minimizando el impacto en los 17.000 vehículos que transitan diariamente por esta vía. Durante el avance de los trabajos, se ocupará alternativamente uno de los dos carriles de circulación, regulando el tráfico en un solo carril. Además, se contempla la posibilidad de cortes totales de la carretera en momentos puntuales.
Los trabajos incluyen la limpieza de la zona, el saneamiento de bloques inestables, la instalación de anclajes y sistemas de protección como redes y pernos de anclaje, adaptándose a cada situación específica para mejorar la seguridad vial en la C-31 a su paso por el macizo del Garraf. Esta carretera, que discurre entre una orografía abrupta y la línea costera, presenta taludes verticales mayormente de roca calcárea, propensos a desprendimientos durante lluvias intensas.
