Sitges, una boda, una calle y unos vecinos únicos

Solo en Sitges puede pasar que pasees por las calles y te encuentres en medio de una boda organizada por unos vecinos con todo el amor del mundo… ¿Dónde? En la calle Espalter, una calle que nos ha sorprendido durante todo el confinamiento con sus shows, decoraciones, mini pride… y en la desescalada con el Corpus, Eurovisión vecinal y ayer… ¡con una boda!

La calle Espalter se vistió de gala para celebrar la boda de Clara y Yeray, el 20 de junio era la fecha señalada para oficiar en Sevilla esta boda, pero el maldito bichito obligaba a posponer el evento en la capital hispalense.

La Secre de “maestro de ceremonias” desde el altar de su balcón a 5 metros de altura, daba la bienvenida a vecinos, amigos, y a paseantes animando a participar a un centenar de invitados al bodorrio que se congregaron en la calle ataviados con sus máscaras de más lucir.

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Boda al Carrer Espalter, Sitegs

La Secre amenizaba la ceremonia revelando pequeñas anécdotas de Clara y Yeray: relataba como la “princesa sevillana” y el Yeray que bailaba sardana y bachata en el Racó de la Calma, se conocieron en una residencia de estudiantes de Inglaterra, el humo les unía …

La Secre les hizo prometer amor eterno sobre todas las cosas en el balcón de su casa y a los ojos de todos los vecinos congregados en la calle y mientras Clara y Yeray se intercambiaban las alianzas y un apasionado beso en el balcón acompañado del aplauso vecinal, La Secre verbalizaba el deseo de los presentes con un: «long live the lovely couple»

De la ceremonia de los balcones pasábamos a la celebrar la boda en plena calle Espalter, entre obras, vallas, palets de cemento… y no faltó detalle: el arroz, el ramo, el pastel, todo fue cuidado con sumo detalle y cariño por unos vecinos, familia y amigos que volvieron a darle magia a la calle Espalter de Sitges que vivió el cuento del final feliz en el que Clara, la princesa sevillana se casó con Yeray, el príncipe de Sitges

Han superado un confinamiento y antes de casarse, ya han conocido una gran familia, la de sus vecinos de la calle Espalter de Sitges, y al clásico español de «que vivan los novios”, nuestros mejores deseos a la pareja, y a los vecinos de la calle Espalter de Sitges que hacen que todo lo imaginable sea posible.